El 15 de Marzo de 2020, la Argentina suspende las clases en un escenario donde los contagios del país eran 11, de los cuales 6 ocurrían en la Ciudad. El 17 de Febrero del 2021, cuando aceleradamente se decide comenzar el ciclo lectivo presencial los casos superaban los 750 por día en la Ciudad. Hoy, cuando la comunidad educativa se encuentra golpeada despidiendo a uno de nuestros docentes los casos diarios del último informe alertan que en CABA hubo más de 1400 casos el 27/03.
Nos volvemos a preguntar cuáles son las prioridades. Mientras los discursos publicitarios intentan convencer la posibilidad de flexibilizar los protocolos, la docencia despide a un compañero. Mientras la Ministra desestima el distanciamiento, ansía la apertura de comedores y pretende evitar ingresos escalonados, hoy falleció un docente.
Las vacunas en un sistema tardío y que no cubre al personal en su totalidad, expone a la comunidad diariamente a que éste escenario se nos vuelva cotidiano.
Mientras se reconocen 1200 contagios entre trabajadoras/es de la educación y estudiantes y se cierran 494 grados, hoy la docencia sufre la consecuencia irreparable de las decisiones unilaterales.
Los escenarios reales son: escuelas carentes de los elementos prometidos, sin infraestructura que sostenga los protocolos, con falta de docentes constantemente afectados por los aislamientos, con personal redistribuido en funciones que no corresponden para sostener la presencialidad. Y nos preguntamos ¿Interesa realmente la propuesta pedagógica? ¿o sostenemos una presencialidad que avasalla la salud de la comunidad con fines que no competen a lo educativo?
No se puede sostener la presencialidad a como dé lugar, y la perdida de un compañero no es una cifra, no es fortuita, no es casual.
Exigimos al Ministerio de Educación que convoque de manera urgente a la mesa de condiciones laborales junto al Ministerio de Salud y a todos los actores representativos para la toma de decisiones en los escenarios educativos.
29/03: Jornada de duelo
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