La escuela y sus comunidades son nuevamente rehenes de prioridades políticas que poco tienen que ver con el cuidado de la salud y el acto educativo.
Mientras las autoridades insisten en hablar de datos y evidencias, no muestran públicamente cuál es el sustento sanitario para no respetar el distanciamiento mínimo que todas/os las/os epidemiólogas/os solicitan.
Mientras la sociedad debe seguir respetando las medidas de seguridad, mientras las/os médicos y especialistas piden que se acelere la vacunación y se refuercen los cuidados para aletardar la tercera ola, mientras las publicidades televisivas del GCBA insisten en que se respete el distanciamiento mínimo de un 1,5 mts, la escuela NO.
Aún sin ventilación cruzada, sin los elementos de seguridad necesarios, sin personal docente y no docente, sin el espacio físico adecuado, insisten en implementar un protocolo inviable de llevar a cabo en comunidades de 400 personas.
La circulación del virus y la responsabilidad indelegable del Estado de cuidar la salud de todas y de todos no puede ni debe manipularse en función a encuestas y a mediciones electorales.
En la reunión de monitoreo del día de hoy, llevaremos las realidades edilicias de las instituciones que relevamos esta semana y exigiremos nuevamente que se dé marcha atrás al nuevo protocolo que expone a alumnas/os, docentes y familias a un riesgo sanitario que lejos está de priorizar la educación. El acto político detrás de éstas decisiones, deja al descubierto una vez más el desmérito del GCBA hacia la Educación Pública. #primerolasalud
