Desde CAMYP una vez más, rechazamos la vuelta a las clases presenciales en las condiciones epidemiológicas actuales dado que no permiten el cuidado de la salud de las/os docentes, de las/os alumnas/os ni de las familias. Sin embargo desde el Ministerio parecen no escuchar más que los propios intereses, intereses que distan de ser educativos.
Las escuelas no son clubes y no son bares, las escuelas tienen una identidad propia y única que en su dinámica escolar y en el vínculo docente-alumna/o no permite la posibilidad de cumplir con los distanciamientos.
El cuidado de la salud por sobre todas las cosas
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