Es en la propaganda donde el GCBA sigue eligiendo invertir, incrementando allí porcentajes en sus partidas presupuestarias.
Sin embargo, en un año donde el Ministerio de Educación del GCBA colmó su agenda de programas y entrevistas televisivas, enfatizando sobre la “prioridad” que tiene la educación para su gestión, la realidad desvanece su propio discurso en la cifra que deriva del “gasto” educativo implicado en el presupuesto 2021. Nos preguntamos qué realidad transitan quienes nos gobiernan; las escuelas cada vez presentan más déficits edilicios, hay 25000 chicas/os sin vacantes y no se prevé construir ni invertir en nuevas escuelas.
La pandemia dejó al descubierto que el presupuesto no destinado a la educación dejó a cientos de alumnas/os sin conectividad y alejándolos de cualquier trayectoria escolar posible.
Entonces ¿En que se basa la disminución en materia educativa y el aumento en publicidad?
A seguir invirtiendo en discursos que hacen trizas la Educación Publica, sus paredes, sus espacios, sus encuentros, sus docentes.
La disminución no es casualidad, los discursos se agotan, y toda decisión es intencionada y política.
Desde CAMYP repudiamos el recorte histórico que estamos viviendo en Educación. Con mentiras no se gobierna, y seguir golpeando la educación, es seguir destrozando la posibilidad de construir bases para un futuro transformador.
Presupuesto educativo 2021
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