
En el día de ayer, el Ministerio de Educación dio a conocer una nueva decisión en contra de la docencia. Otorgar una suma salarial extra a quienes tuvieron la dicha de no enfermarse o de no tener que faltar por ningún motivo, es una inmensa desvalorización al rol docente. Peor aún es que crean que a través de estos “reconocimientos” las/os trabajadoras/es no saldrán a luchar por sus derechos cuando estos son amedrentados. Lo que más nos preocupa es la intención de manipular con cuestiones graves, como lo es la situación económica que estamos atravesando. Si los salarios docentes alcanzaran, si las situaciones laborales permitieran enseñar sin los inconvenientes que se suscitan a diario, si las/los docentes tuviesen una obra social que garantice el acceso a la salud y si hubiese una real inversión en educación, hacer paro no sería necesario. Cuando las decisiones políticas intentan convencer a la sociedad que las soluciones a los problemas educativos son ajenas a su propia gestión, suele ser todo lo contrario.