A partir de hoy inicia una pausa, una pausa necesaria. Una pausa que detiene el desenfrenado motor que accionaron las/os docentes cuando esta pandemia comenzó, que permite detener esa aceleración basada en esfuerzos personales y colectivos, para lograr sostener en pie al sistema educativo. Una aceleración que desafío la ausencia de recursos, que desafió la ausencia de encuentros, pero que abrazó la presencia de un ser que del otro lado nos estaba esperando, con sonrisas, con angustias, con incertidumbres.
Es necesario reconocer y reivindicar el trabajo de todas/os los profesionales de la educación. Educar en este contexto, implicó no sólo mantener los procesos educativos en espacios desconocidos, sino también el poder brindar contención en la diversidad de realidades.
Entendemos que en la realidad fue poco, o nada, valorado el esfuerzo, desde un sistema que siempre encuentra en la educación la variable de ajuste. Desde nuestra organización no queremos dejar de visibilizar que la presencia docente fue la que cubrió variadas ausencias del Estado y reconocerlo.
Desde CAMYP deseamos que este tiempo de pausa, nos permita rearmarnos de fuerza y energía, y saludamos a todas/os las/os maestras/os que han puesto lo mejor de sí para lograr abrazar territorios impensados. ¡Buen receso!
